Lo primero que tenemos que analizar es el volumen anual, en toneladas/año, de residuo ganadero que se va a gestionar con la volteadora, esto dará una idea muy cercana del tamaño de la máquina a elegir.

El precio de las máquinas varían mucho dependiendo del tamaño de las mismas, para una buena elección y que la inversión sea rentable con el tiempo, es necesario elegir el tamaño de máquina adecuado al volumen de material que vamos a trabajar anualmente.

Muchas veces, aquellos agricultores o ganaderos que ya han elaborado compost con métodos tradicionales, por ejemplo palas, eligen la máquina pensando en el ancho del caballón, tal y como queda cuando se descarga de un remolque.

Tengamos en cuenta que, por regla general, los remolques descargan los caballones con un ancho de 4 m o 4,5 m y que las volteadoras arrastradas por un tractor tienen un ancho de trabajo máximo de 3,5 m.

Por este motivo, siempre vamos a tener que reducir con una pala, o la herramienta que sea, el ancho del caballón, para poder voltearlo después con una volteadora arrastrada.

Es decir, lo recomendable es elegir la volteadora que se adapta al volumen de material en Toneladas/año que vamos a trabajar en nuestra explotación y adaptar los caballones al ancho de la máquina elegida y no al revés.

Si elegimos la máquina más grande es muy probable que nos cueste recuperar la inversión muchos más años, que si hubiéramos elegido la máquina adecuada.